8/03/2009

15/07/2009

Una y mil formas de decirlo, pero ninguna parece servir para nosotros. somo como Chuck y Blair; jugamos a lastimarnos, a mentirnos descaradamente. Es como si no nos importara en absoluto el sufrimiento que causa ese juego. Te miento, me mentís, te odio, me odias, te beso, me besas, te quiero, me queres. Tres años y seguimos jugando a lo mismo, ¿Tanto nos cuesta aceptar los sentimientos fuera de lugar, o es lo que nos gusta es jugar? Te quiero, y no quiero quererte, ero vos también me queres. Si de verdad estuviera loca, tu vida seria un infierno; y si de verdad no te importara, no me demostrarías lo contrario con tus acciones. ¿Que es lo que nos pasa? Esto parece no tener fin, ninguno de los dos afloja al mismo tiempo, a veces me canso y tiro la toalla, y a veces sos vos el que se da a torcer; pero somos tan tercos y mongos, que el día que aflojemos los dos juntos, como ya pasó anteriormente, el juego va a empezar de nuevo. ¿No te harta ya? Por que a mi si. ¿Quien va a ser esta vez? Cuando nos vemos, competimos a ver quien ignora mejor al otro, pero en realidad el deseo nos carcome por dentro; tratamos de taparlo con mentiras difíciles de creer para el resto, pero fáciles de creer para nosotros. creo que a esto se le aplica un 'desnudemonos y no digamos anda mas', por que al parecer, en el único momento que somos nosotros mismos y nos dejamos guiar por lo que sentimos es en la cama.

No hay comentarios: